NELSON PAZ ANAYA
nelsonpazanaya@hotmail.com
Los acontecimientos sucesivos que golpean de manera
permanente las condiciones de vida de los caucanos, son la ineficiencia del
Estado que lo convierte en un laboratorio de convulsión social, en la mayoría
de los casos con resultados desastrosos.
Este territorio resume la diversidad de la Nación, somos la
muestra de todas las etnias, y de todas las culturas, de alguna manera además,
somos como el resumen de la geografía y de la historia patria, con todas las
posibilidades y con todas las falacias, escondite de todas las criminalidades y
escenario de sublimes entendimientos y convivencias.
De la geografía inmensa del Gran Cauca, se fueron
escindiendo territorios para hacer otros departamentos, en la medida en se
fueron conformando polos de desarrollo, que necesitaban el poder político, para
afianzar su propio crecimiento económico y social.
Aquí nos quedamos con lo que fue más importante al principio
de la historia, pero a la vez, con problemas sin resolver, que aparecen con el
tiempo acompañados de violencias que no son más que la manera como
culturalmente se termina por definir el poder en muchos espacios de la vida
colombiana.
El territorio tiene por ello destinación para los Parques
Naturales, los Manglares, los Paramos, el agua del país en el Macizo Colombiano,
los Resguardos Indígenas, las Zonas de Comunidades Afros, las tierras planas de
la Agroindustria y las tierras medias de los minifundios de los mestizos
Campesinos, dedicadas al café y a los cultivos temporales, en una economía de
subsistencia.
Pero el realismo mágico del cauca, supera la imaginación,
aquí políticas públicas que se hicieron para superar las inequidades se
quedaron en el inicio, la Reforma Agraria por ejemplo, causa de muchas
dificultades, se limitó a comprar y a entregar tierras, pero no hizo el
acompañamiento para la producción y la productividad requerida.
Proyectos empresariales, cuya instalación se debía adelantar
en el Cauca, para apalancar su desarrollo desaparecieron, Papelcol, Procelulosa
y cientos con iguales circunstancias, en el remolino de la corrupción y de la
improvisación.
La estructura de servicios empieza por preguntarse, donde
están las vías anunciadas hace cincuenta años, donde quedo la empresa de
energía CEDELCA, en manos de tres particulares y el departamento sin posibilidades
de desarrollo energético, para no hablar del Minero.
La base de la economía del Cauca, es la agricultura, que
ocupa el mayor porcentaje de su población y de la franja agrícola de su
territorio, sin embargo todos sus sectores, producen ha perdida, cubierta en
los modelos de producción campesina, que no rompen el circulo de la pobreza,
eso dice la lectura del CENSO AGROPECUARIO.
Mientras no se adelante una estrategia integral, si se
siguen apagando las protestas con “acuerdos de carretera”, en donde todos se
engañan, al final seremos víctimas de este círculo incesante, porque después se
protesta porque no se cumplió el acuerdo haciendo infinita la motivación del
descontento, por estas razones, las dificultades para la sustitución de los
cultivos de coca, marihuana y amapola.
Pero el Cauca, cada día se convulsiona más, la clase media
se desconcierta, las víctimas del conflicto aumentan, las comunidades urbanas y
rurales acosadas por el hambre y la pobreza, con más impuestos, la asistencia
social ya no tapa la miseria.
Esta etapa del posconflicto ha agudizado la violencia en la
región, porque se destapan circunstancias que escondía la confrontación, por
ejemplo urge la necesidad de cambiar las formas de hacer política, superar sus
estilo tradicional, corrupto y clientelista, soportado en la vulnerabilidad de
la gente; para dar paso a otras expresiones.
Si la visita de un Presidente se ve como insustancial, es
porque la situación es grave, las circunstancias obligan un serio proceso de
concertación para definir prioridades, como: el alcance de la legislación
indígena, las reales necesidades de los territorios de resguardo, el compromiso
social y ambiental de la propiedad privada, la priorización de la inversión
pública y las formas en que será atendido el minifundio y la productividad, en
la comunidad campesina, sin olvidar la problemática de las poblaciones urbanas
del Cauca.
Lo más grave que hemos perdido es la capacidad de protestar,
el problema no es el taponamiento de la vía, seamos objetivos, hay situaciones
difíciles que obligan soluciones de fondo, lo que debe propiciar CONSENSOS a
partir del ejercicio constitucional de la participación, sin permitir se
utilicen como bandera electoral, porque allí si sería la debacle.
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