Editorial: Sobre la Minga y la Panamericana

En hora buena se pone en marcha un acuerdo para desbloquear la vía Panamericana en su trayecto Popayán - Santander de Quilichao. Fueron cinco días de un cierre obligado de la carretera internacional que generó problemas de toda índole, siendo el más preocupante, una división mucho más profunda de la sociedad caucana, con un sector que asegura estar cansado de este tipo de medidas de hecho y de otro que apoya el accionar de las comunidades, respaldando su fuerza y unidad en pro de hacer cumplir los derechos y los acuerdos con el Estado.

Como parte de una agenda colectiva, concertada por los campesinos e indígenas de todo el país, desde el pasado lunes se adelanta en diferentes regiones, la llamada Minga indígena, la cual ha hecho presencia para reclamar y manifestar su descontento, frente a los incumplimientos por parte del Gobierno nacional, en lo relacionado a los acuerdos realizados en protestas anteriores.

No solo el Cauca vive protestas de este tipo. En Chocó, en Putumayo, en Tolima, en Santander y en Buenaventura también se presentan vías de hecho en importantes carreteras, sobre todo para las regiones en cuestión.

Parte de las peticiones hechas, y que hoy nuevamente son exigidas, tienen que ver con los acuerdos de La Habana, y puntos neurálgicos de los mismos como la sustitución de cultivos de coca.

Recordemos que aquí en el Cauca ya se instaló una mesa de seguimiento a este tipo de acuerdos con sectores campesinos y cocaleros, por lo que la protesta en nuestra comarca cesó a comienzos de la semana pasada.

Si bien los reclamos aparentemente son justos, la Minga y como ha ocurrido en ocasiones anteriores, se ha visto opacada y desestimada debido al enfrentamiento entre la Policía del Esmad y los campesinos, quienes, desde el paro agrario del 2013, tienen más que cazada la batalla.

Hasta el momento, y según lo informado por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, la protesta ha dejado un total de 49 uniformados heridos, cuatro de ellos de gravedad, sin contar con los 18 agentes que estuvieron retenidos por representantes campesinos. Entre los manifestantes también hay un número importante de lesionados.

Hoy, más allá de los bloqueos y ataques de ambas partes, lo fundamental es que el Gobierno Nacional atienda el llamado y que comience con seriedad a cumplir con los representantes de la Minga, tanto a nivel del Cauca, donde la protesta entró en una tregua, como a nivel nacional, con el fin de dar respuesta a sus requerimientos, y pueda ponerle fin a la protesta. Para el caso nuestro, sería de una buena vez el sacar a la Panamericana de todo este conflicto social, ya que, según los acuerdos del sábado anterior, sigue latente la amenaza de bloqueo de esta carretera, neurálgica para la comunicación y la economía de los municipios del centro y el sur del Cauca.


Pero en fin, si algo tenemos que decir es que si hay sectores al que se le han incumplido históricamente en Colombia, es justamente a los campesinos e indígenas, quienes durante años han tenido que vivir el abandono institucional, y el fragor de la guerra, quedando en medio del fuego cruzado y encontrando en los cultivos ilícitos la solución a sus problemas.

Presidente Santos: Esa tal minga sí existe, atiéndala como atendió a las Farc y como ha atendido al Eln, que finalmente fueron ellos quienes han causado lo que hoy, tiene en aprietos a los campesinos.

Adenda: Ojalá las negociaciones en el Cauca con los indígenas y las que ya se adelantan con campesinos, cocaleros y sectores sociales, busquen alguna fórmula para blindar la Panamericana. Pese a toda la validez de la protesta y de las medidas de hecho, ya el ciudadano está cansando que cada año la carretera internacional sea tomada como el ‘caballito de batalla’ para pelear por derechos, peticiones y acuerdos incumplidos. Algo, de manera civilizada, se puede hacer para no vivir la misma historia año tras año.

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