Esta Bioquímica, Veterinaria y docente, es una joven mujer que aprendió a dar sin esperar nada a cambio.
![]() |
Es una defensora del ambiente, de la naturaleza, de los animales, con los cuales piensa deberíamos tener un contacto cercano, permitiéndonos mejorar el relacionamiento con los conciudadanos. |
Por: Grace
Patricia Gallego Suárez
Foto:
Cortesía de Diego Tobar
El jardín de la
vieja casona de la Hacienda Belalcázar, bajo la sombra del frondoso árbol, fue
el marco perfecto para entablar una conversación fluida, amena, jovial, con una
mujer que trabaja en pro de implementar nuevas técnicas de sostenibilidad
alimentaria.
Sus grandes ojos
verdes olivo, trasmiten calidez y compromiso con una sociedad con la cual se
siente profundamente ligada, en la cual ha decidido quedarse, teniendo todas
las oportunidades para radicarse en cualquier lugar del mundo.
Al verla menuda
y delicada, no se advierte la fuerza de su espíritu heredado quizá… de sus
ancestros, especialmente de su abuela, un ser en el cual solo encontró amor y
quien le trasmitió su pasión por el arte, la pintura, la poesía, la cerámica, de
la cual ha sido una de las más importantes exponentes en su visión universal.
El ambiente
bucólico de la hacienda, permite liberar el espíritu a pensamientos superiores,
casi metafísicos, pero también, a ver la realidad de una sociedad que ha ido
perdiendo sus valores y principios, atropellada por los nuevos conceptos del
poder materialista, que no respetan la dignidad del ser.
Por eso Venus
piensa en la necesidad de continuar trabajando en los aspectos culturales de la
niñez y juventud, pues solo la educación permitirá que se construya un tejido
social, más fuerte y que le haga frente a los factores que contaminan y dañan a
la sociedad, y que han permeado todos sus estamentos.
Es una defensora
del ambiente, de la naturaleza, de los animales, con los cuales piensa
deberíamos tener un contacto cercano, permitiéndonos mejorar el relacionamiento
con los conciudadanos. A su vez, mejorar los espacios libres de contaminación y
el manejo de residuos sólidos, obras en las cuales trabaja de forma permanente.
Esta Bioquímica
y Veterinaria especialista en Laboratorio Clínico, profesora de la Universidad
Antonio Nariño de Popayán, es una joven mujer que aprendió a dar sin esperar
nada a cambio, que tiene como filosofía la filantropía, aprendida de su madre
la arquitecta, pintora y ceramista Luz Alina Uruburu y su padre Jhon Appel, un
científico quien ha dedicado su conocimiento y sabiduría a crear el primer
museo de ciencia y tecnología en Colombia como Maloca en Bogotá y Explora en
Medellín y de ciencia y tecnología en Popayán.
Museo en el cual ella se proyecta como una impulsora, sobre todo, porque a través de el, podrá contribuir a llevar la ciencia la innovación y la tecnología a las escuelas y colegios, para que los niños y jóvenes aprendan a amar las ciencias y a través de ellas encontrar nuevas opciones de vida.
Venus Alma Apell Uruburu, es la actual generación de la
familia Valencia, es la expresión de la modernidad, pero también de la
conservación de los principios de unidad familiar y de compromiso social.
Después del merecido homenaje a su abuela Luz Valencia, en su natalicio, de
recordar sus logros y retos, Venus siente que el futuro está en la vía láctea
de Violeta, la pequeña que viene en camino y alegrará los jardines de la
hacienda y conocerá la historia ancestral de su familia que pesa y obliga a
asumir nuevos retos en el futuro próximo.
Comentarios
Publicar un comentario
Tu comentarios es importante para nosotros...