CARLOS E.CAÑAR SARRIA
carlosecañar@hotmail.com
Primera. Por decisión del Congreso, al presidente Santos le
corresponderá rebajar los aportes de salud de los pensionados del 12 al 4 por
ciento. Santos aspira que la mencionada ley sea declarará inexequible por parte
de la Corte Constitucional. Esta fue una promesa de campaña que Santos no
cumplió bajo el argumento de que el Gobierno no tiene cómo asumir un costo
fiscal de 3.7 billones de pesos anualmente y en los próximos 20 años unos 100
billones de pesos con los cuales se podría subsidiaria la salud de 3 millones
de personas.
Para nadie es un secreto que Santos queda en deuda con el
país en asuntos de economía social; así haya hecho esfuerzos en la reducción de
los índices de pobreza. Con los trabajadores y pensionados no ha sido la
excepción. Unos salarios y unas mesadas pensionales contrarias a unas
condiciones de vida que se ajusten a la dignidad humana. Expectativas por lo
que será el salario mínimo para el próximo año. Como ha pasado casi siempre, si
no hay formas de concertarlo el Gobierno lo impondrá de manera unilateral.
Segunda. El país saborea un ambiente electoral en el caso de
los aspirantes al Congreso y un ambiente preelectoral en el caso de los
precandidatos o candidatos a la Presidencia de la República. El próximo será un
año electoral nada fácil. En el espectro político en todos los lados y en todas
las campañas, no se escucha un discurso diferente al de combatir la corrupción,
al tiempo en que se reconoce que la corrupción es el problema más grave de la
sociedad colombiana. Que todos o la mayoría de precandidatos y candidatos
coincidan en el discurso anticorrupción, no es el problema; el problema es que
no pocos que lo usan están o han estado comprometidos con hechos de corrupción,
por lo tanto, desconcierta que aquellos que suscitan muchas dudas con la
moralidad pública utilicen unos discursos acordes precisamente, a la ética y
moral públicas.
Tercera. Si hay institución en Colombia que amerita ser
renovada es precisamente el Congreso de la República, una de las entidades del
poder del Estado más cuestionadas y deslegitimadas. Un Congreso demasiado
costoso contrapuesto a los intereses nacionales, implicado en casos de
corrupción en desconocimiento de la ética y moral públicas. Colombia requiere
de un nuevo Congreso, que le caracterice leyes buenas y útiles a la sociedad y
no un Congreso que se destaque por lo que consuetudinariamente ha venido
haciendo. Como el Congreso ha sido renuente a autodepurarse, es la valiosa oportunidad
para que los colombianos elijamos un Congreso diferente.
Cuarta. Ya hechas las respectivas inscripciones para el
Congreso, son muchos los inscritos y pocos serán los escogidos. El problema
está en elegir bien. En el Cauca varios congresistas quieren repetir, pero hay
mucha inconformidad con sus resultados legislativos; una clase legislativa que
no se ha hecho sentir en los momentos de dificultades en una región
caracterizada por los bajos índices de desarrollo humano y por el olvido
estatal. Se escucha por todos lados la inconformidad con los congresistas
caucana y por lo que se ve, en las próximas elecciones se les pasará la cuenta
de cobro no reeligiéndolos. Sobre todo a aquellos que aprobaron la Reforma
Tributaria en detrimento de los pobres de Colombia. Por ahí hay otros inscritos
que quieren llegar al Congreso por primera vez, pero les quedará muy difícil,
como es el caso del ex alcalde de Popayán, Ramiro Navia, que con su mediocre
gestión en su paso por la alcaldía, contribuyó en la crisis del Partido
Conservador que dejó a este partido sin representatividad en el Legislativo.
Pensamos que un congresista caucano que tiene posibilidad de
ser reelegido es el liberal, Luís Fernando Velasco, que ha venido desempeñando
un buen papel en el Congreso, con prestigio nacional, aunque recientemente fue
muy cuestionado por su ausencia en el momento de la aprobación de las curules
de circunscripción especial para las víctimas.
Quinta. Se espera que los congresistas del Cauca tengan bien
armados sus argumentos para convencer al electorado que los vuelvan a elegir,
lo mismo quienes pretenden llegar al Congreso por primera vez. Por el momento
lo que percibe es una gran apatía, que seguramente se irá superando al vaivén
de las circunstancias relacionadas con el proceso electoral del año entrante.
La mayoría ansiamos un Cauca fuerte y unido, con liderazgo regional y nacional
y este será el reto que deben tener los congresistas caucanos, que sean
dolientes de nuestra dramática situación. Estamos seguros que habrá mucho que
comentar sobre los hechos relacionados con las jornadas electorales del próximo
año.
Felicidades en Navidad para nuestros amables lectores..
Coletilla. Estamos a la expectativa de los balances de
fin de año, tanto de la Administración Municipal de Popayán como de la
Departamental.
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