Procesos y esperanzas (2)

RODRIGO SOLARTE
rodrigo_solarte@hotmail.com

La vida de personas y naciones transcurre en procesos y esperanzas, cada cual con lo que conciben como la realidad.

Las múltiples realidades regionales con los habitantes, permanentes y migrantes, nos lleva a comprometernos en primer lugar con lo más cercano y sus circunstancias, influenciadas por poderes diversos sobre el proceso que va desde la gestación de la vida hasta la muerte, y la descendencia incluyente de todas las vidas (humana y demás especies del contexto natural).

En Colombia, procesos y esperanzas se pueden ver polarizados por los seres humanos que la habitamos diferencialmente.

El pretender solucionar conflictos de intereses con la muerte o asesinato del concebido como enemigo, nos condujo como sociedad a la lucha armada, continuada por quienes de ella se han beneficiado, empleada por los ejércitos, regulares e irregulares, concientizados por las normas, interpretadas según intereses a defender con las armas, corruptela económica de conciencias, y malformaciones mentales que la crónica exposición a las experiencias inhumanas, ocasionan.

Los efectos o consecuencias de estas prolongadas guerras, que bien podemos llamar, maltratos estructurales masivos, afectan tanto a los victimarios, así sea por su instinto de conservación, como a las víctimas, participantes o no en las confrontaciones bélicas.

La futurista Constitución del 91, podemos pensar, que por su origen plural de ideas, participantes o no en la lucha armada por el poder del Estado, ambientó los Acuerdos de La Habana con las FARC-EP, al evaluar la imposibilidad de vencer alguno de ellos, y aprender de la realidad histórica recurrente de tales sucesos, aupada por la competencia del dominio sobre las personas y los pueblos, para beneficiarse de las riquezas territoriales y mano de obra de sus habitantes.

No perdemos la esperanza como sociedad civil, que procesos como ese, de alguna forma se puedan replicar con el Eln y otras organizaciones que asuman la vida, la paz, con justicia social, democracia participativa y dignidad, como el gran desafío asumido ya, formalmente por la mayoría de países de Centro, Suramérica y otras regiones, incluyendo a los países No alineados con las guerras, y otras potencias hemisféricas.

La información y formación educativa a todos los niveles del proceso, centrado mayoritariamente en la capacitación tecnológica de las profesiones dada a los maestros o docentes que la imparten, está en constante búsqueda del cómo hacerla integral, actualizada y útil al bienestar colectivo que incluye lo individual.

Tal pertinencia se refiere a las necesidades, personales y locales, contextuales y grupales, nacionales y universales, ante el incesante desarrollo de las ciencias y las mismas tecnologías, señaladas ya como cuarta revolución con sus consecuencias biocibernéticas, desarrollo de la inteligencia artificial, y apertura cada día mayor a conocimientos alternativos ancestrales, censurados a priori como no científicos, por la cultura occidental hegemónica.

Los cambios estructurales que activamente la gente reclama en todos los espacios, chocan con la estructura actitudinal diferente de quienes no quieren entender las razones y fundamentos, llevándolos a propiciar nuevamente las reacciones violentas y militarización como tradicional respuesta del Estado a las ya crónicas necesidades básicas insatisfechas de comunidades, señaladas antes como simpatizantes de la subversión o guerrilleras, y hoy, como facilitadoras del narcotráfico, minería ilegal y hasta de mercenarios pagados por países vecinos y lejanos.

Las ciencias humanas, sociales y ancestrales, tan presentes, resistentes y resilientes en América Latina, son una gran esperanza cultural y científica, relacionada con los adelantos del conocimiento, tanto de oriente como de occidente que continúan desarrollando los pueblos y élites económicas que las financian.

De allí los procesos que con las nuevas generaciones han de estructurarse con visión del futuro deseado.

Comentarios

  1. Siendo el Cauca, el hábitad donde las tres grandes familias humanas viven, esa diversidad para que dé todo su potencialidad es un imperativo estar al tando de los modelos excelentes de cada una de ellas, para respetando la genética, lograr el máximo desarrollo.

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